8 razones por las que usar objetivos de focal fija en la fotografía de viajes
Los objetivos de focal fija son aquellos que no tienen zoom. En un principio esto es una desventaja, ya que para acercarte a algo que quieras fotografiar tienes que utilizar tus piernas.
Cuando en 1959 se presentó el primer zoom para una cámara fotográfica SLR de 35mm, la forma de ver la fotografía cambió. Con un giro de muñeca entrabas en un mundo distinto. Impresionante. Para los fotoreporteros y fotógrafos de naturaleza son algo imprescindible.
Entonces… ¿por qué iba a querer alguien volver a los anticuados objetivos fijos?
Nosotros hemos enumerado estas 8 razones:
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Son más baratos
La primera razón, y muchas veces la más poderosa. Te va a salir siempre mucho más barato comprarte un 28mm y un 70mm que un zoom 28-70 de iguales características. ¿Por qué? Hay que tener en cuenta una cosa que quizás no sepas: los objetivos zoom son una verdadera obra de arte de precisión e ingeniería, por lo que cuesta mucho dinero fabricarlos. Los objetivos fijos son mucho más fáciles de hacer, por lo que su precio es mucho menor. Por ejemplo, podemos conseguir un objetivo de una calidad extraordinaria por menos de 100 €, el 50mm 1.8.
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Tienen más calidad
Dentro de un objetivo hay varios cristales que la luz tiene que atravesar en su recorrido hasta llegar a la cámara. Cada vez que la luz atraviesa uno de esos cristales se refracta, es decir, va a perder un poco de calidad. Por muy bueno que sea el objetivo, por muy buenos que sean los cristales que lleve dentro, siempre se va restando un poco de calidad cada vez que la luz los atraviesa. Un objetivo zoom tiene muchísimos más cristales que un objetivo fijo.
Para que te hagas una idea, el 24-105 f4 tiene 18 elementos. El 50mm 1.8 tiene 6.
Y todo esto se traduce, como ya habrás adivinado, en que cuando la luz llega a la cámara después de atravesar un objetivo fijo, llega mucho menos refractada, es decir, con menos pérdida de definición y calidad. Por supuesto, esto no quiere decir que no hay objetivos zoom de extraordinaria calidad, pero siempre va a costar muchísimo más dinero un zoom de buena calidad que un fijo de buena calidad. -
Tienen más luminosidad
Esto está relacionado directamente con los 2 puntos anteriores. Cada vez que la luz atraviesa un cristal no sólo se refracta sino que pierde algo de fuerza. Por muy transparente que un cristal sea, siempre va perdiendo algo, por lo que siempre vamos a poder construir objetivos fijos mucho más luminosos que los zoom. Por ejemplo, 50mm 1.8, 28mm 1.2, 85mm 1.4, etc… Nunca he visto un zoom bajar de f2.8, desconozco si existe algún zoom más luminoso, creo que no, porque para construir un zoom con un número f tan bajo se requeriría una tecnología y un gasto de dinero brutal.
Bueno, ¿y para qué quiero tener más luminosidad? En primer lugar, porque vas a poder afrontar muchas situaciones que se nos presentan en la fotografía de viajes: fotografía en interiores, con poca luz, casas, iglesias, cuando amanece o atardece, street photography de noche, etc….
Y en segundo lugar, al poder abrir más el diafragma vas a poder disminuir la profundidad de campo y utilizarla como elemento compositivo.
La foto que encabeza este post es una muestra de ello. La hice en Sevilla de noche, aprovechando la luz de coches, farolas, luminosos, etc… Utilicé un 85mm 1.8, lo que me proporcionó un bokeh precioso y la posibilidad de no subir mucho el ISO. Si hubiera utilizado un zoom, por ejemplo el típico 70-300 4-5.6, hubiera tenido que subir mucho el ISO para obtener el mismo resultado, con la consiguiente degradación de imagen. Tened en cuenta que de f4 a f1.8 van más de 2 pasos de diafragma, o lo que es lo mismo, con el 85mm 1.8 entra 4 veces más luz. Si utilizamos un zoom de más calidad, por ejemplo un 70-200 2.8, aún estaríamos a más de 1 diafragma de distancia, aparte de que estamos hablando de un objetivo que ronda los 2000 €, frente a los 400-500 € del 85mm 1.8. -
Pesan menos
Por todos los motivos anteriormente descritos, ya habrás imaginado que los objetivos de focal fija pesan por normal general mucho menos. Durante un viaje fotográfico se gastan muchas energías: vamos a estar mucho tiempo de un sitio para otro, nos levantamos muy temprano, estamos en un país nuevo, atentos a cualquier detalle…, por lo que llevar el mínimo peso posible es muy de agradecer.
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Puedes pasar desapercibido un poco mejor
Ok, hay que ser realistas. Si estás haciendo fotos en Camboya, Camerún o Perú nunca vas a poder pasar desapercibido. Eres un extranjero blanco, grande y gordo haciendo fotos con una super cámara que vale el salario de 2 años en muchos países. Así que olvídate de ser invisible y preocúpate de interactuar con la gente, hablar con ellos, preguntarles por su familia, por sus animales (no es coña), y verás como poco a poco te empiezan a admitir y vas a poder hacer las fotos que tienes en mente. Eso sí, mientras más grande sea tu equipo, más intimidados se van a sentir y más tiempo tardarán en confiar en ti.
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Es una señal de profesionalidad
Hay varias señales visuales que hacen que la gente piense que está tratando con un profesional de la fotografía nada más verte, y una de ellas es utilizar objetivos fijos. Sí, ya sé que para ti la imagen que des al exterior no es importante y todo eso… pero seamos realistas: si estás en el mundo de la fotografía, estás en el mundo de la imagen, y cosas como saber coger bien la cámara, el tipo de equipo que llevas o tu actitud frente a escenas fotográficas dicen mucho de ti. Ningún profesional de la fotografía te va a tomar en serio en un principio si te ve con el pisapapeles que te venía con la cámara.
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Se te agudiza el sentido de la composición
Lo que en un principio puede parecer el punto débil es, en realidad, su punto más fuerte. Esto es difícil de creer al principio pero muy fácil de comprobar. Cómprate el 50mm 1.8, son menos de 100 €, y sal con él a la calle. Al principio hay que acostumbrarse si no has utilizado nunca un objetivo fijo. Te resultará raro no poder acercar o alejar el zoom. Utiliza tus piernas. Muévete. Verás como tu cerebro empieza a funcionar a toda pastilla, como empiezan a surgirte ideas, nuevos ángulos, etc… El cerebro funciona mucho mejor cuando nos movemos, es algo científico. El estado natural del ser humano es estar en movimiento, no parados, y cuando las piernas se mueven se activan muchos sistemas en nuestro cuerpo que nos ayudan a pensar más rápido y actuar de manera más eficiente. Ahora que lo pienso…quizás sea por eso por lo que no puedo dejar de andar cuando hablo por teléfono….
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Se empieza a disfrutar la fotografía de una manera diferente
Una de las frases más usuales de la gente al poco tiempo de empezar a utilizar objetivos fijos es: «Antes no lo utilizaba nunca y ahora no lo quito nunca de la cámara».
Como el punto anterior, esto es más difícil de explicar que de comprobar. Pruébalo. Hazte con un objetivo fijo y utiliza sólo ese durante un par de días.
Quizás una de las razones sea que te obliga a pensar. Y esto, en el mundo actual lleno de automatismos, es todo un reto. Quizás también porque te obliga a acercarte a la gente, a interactuar con ellos, y como ya explicamos en este post, es la esencia de la fotografía de viajes. O quizás sea que vuelve el instinto primitivo de caza, y ya sabéis lo que nos gusta conectar con este tipo de cosas primitivas….
¿Aún no estás convencido? Pues deja de leer esto ahora mismo y pruébalo por ti mismo. Y si se te ocurre alguna otra razón, no olvides comentarla más abajo.
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